EL PESIMISMO ANTE LA "CUMBRE" DE BRASIL PRESIDIRA MAÑANA LA CELEBRACION DEL DIA INTERNACIONAL DE LA TIERRA
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El pesimismo ante los posibles resultados negativos de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, prevista para el próximo mes de junio en Brasil, predominará mañana en los actos de celebración del Día Internacional de la Tierra, según fuenes ecologistas.
Tras la última reunión preparatoria de la "cumbre" de Río de Janeiro, celebrada en Nueva York, las organizaciones conservacionistas han denunciado la postura "inflexible" y "poco solidaria" demostrada por algunos estados desarrollados.
Por ello, el Comité de Seguimiento de la Conferencia de Brasil 92, formado por seis organizaciones no gubernamentales españolas, aprovechará la celebración del Día de la Tierra para presentar algunas propuestas concretas con vistas a la reunión de Ro de Janeiro.
Este comité, en colaboración con el Aula de Ecología del Ayuntamiento de Madrid, ha organizado unas jornadas bajo el lema "Salvemos el planeta".
El programa incluye la celebración, mañana, en el centro cultural Casa de Vacas, del Retiro, de una mesa redonda que abordará los problemas y dificultades que deberá afrontar la Conferencia de Brasil.
La propuesta de los conservacionistas españoles, que califican la situación de desalentadora, consta de quince puntos, el primero de loscuales hace referencia a las diferencias entre los países ricos y los pobres.
Los estados industrializados, con sólo el 18 por ciento de la población mundial, consumen el 80 por ciento de la producción mundial de energía comercial, el 79 por ciento del acero, el 85 por ciento del papel y el 86 por ciento de los metales no ferrosos.
Por ello, exigen la reducción de la deuda externa de los estados en vías de desarrollo, la transferencia financiera y de tecnologías limpias a estos gobiernos y la adoción de medidas eficaces que estabilicen la población.
Para conseguir estos objetivos consideran necesario que el "Norte rico" incremente su ayuda oficial al desarrollo por lo menos hasta el 0,7 por ciento del producto interior bruto antes de 1997.
El segundo apartado hace referencia al cambio climático y pide la reducción en un 20 por ciento de las emisiones de CO2 "per capita" entre los países industrializados para el año 2000 y de un 75 por ciento para el 2030.
Asimismo, solicitan disminuiones drásticas en la producción de dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno y la implantación de un impuesto sobre el consumo de energía. Además descartan la nuclear como alternativa válida.
Respecto a la protección de la capa de ozono, insisten en la necesidad de prohibir la producción de CFCs, principales causantes de su destrucción, en 1993.
El quinto punto que aborda este comité hace referencia a la conservación de la diversidad biológica, ya que aseguran que "de seguir el ritmo actual (de detrucción), una de cada cuatro especies, vegetales o animales, corre peligro de extinción en los próximos 20 años".
Desarme y desmilitarización, reducción de la producción de residuos tóxicos, deforestación de los bosques, los problemas de contaminación que provoca el transporte, las condiciones de vida de algunos asentamientos humanos, la desertificación, los nuevos métodos agrícolas, los oceános y las aguas continentales son otros de los asuntos que abordan las organizaciones ecologistas.
A esto hay que unir el papel que deben desempeñar las organizaciones no gubernamentales y la responsabilidad que tienen las multinacionales en "buena parte del deterioro del medio ambiente mundial".
El comité está formado por la Asociación para la Defensa de la Naturaleza (Adena), la Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat), Amigos de la Tierra (AT), la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (Coda), el Fondo Patrimonio Natural Europeo (FPNE) y la Sociedad Española de Ornitoloía (Seo).
(SERVIMEDIA)
21 Abr 1992
GJA