Contrastando estos resultados con anteriores sondeos de la misma empresa de opinión, el estudio realizado en junio de 1985 (previo a la entrada de España en la entonces CEE) arrojaba un 65% de los españoles que favorables firmemente la adhesión, mientras en febrero de 1987 el 66% juzgaba positiva la pertenencia a la Comunidad Europea.

Estos datos suponen que en los últimos 8 años, el porcentaje de españoles partidaros de seguir estando en el seno de la Unión Europea se ha reducido casi a la mitad. A este acusado descenso han contribuido principalmente, según el estudio, la guerra del fletán y las divergencias de Gran Bretaña en política de Pesca.

La encuesta de Gallup, en la que un 25,2% opina que la permanencia no es ni favorable ni desfavorable para España o no sabe ni constesta, fue realizada entre 1.000 personas entre los pasados 3 y 7 de abril.

Por sexos, los hombres tienen una opinión positiva en un 3%, pero el 42,8% estiman la unión negativa. Un 30,1% de las mujeres creen positiva la permanencia y el 37,8% que la consideran negativa.

El margen de edad más desfavorable a permanecer en el seno de la UE es la franja de 35 a 44 años, que se opone a la permanencia en un 51,9%. Por contra, el 52,7% de los encuestados entre los 15 y los 24 años son favorables a que España se quede en la UE.

La zona centro de España (que engloba Madrid, la mayor parte de las dos castillas, Cáceres y Teruel) es la má opuesta a permenecer en la UE (un 47,5 por ciento están en contra), seguida de Galicia y Asturias, donde un 41,9 por ciento cree que no es conveniente seguir en la Unión Europea.

La zona más favorable a la permanencia es la noreste (formada por las cuatro provincias catalanas, Baleares, Zaragoza y Huesca, en las que el 38,5 de los encuestados apoyan la estancia en la UE.