Saavedra explicó que estas actuaciones no ofrecen resultados positivos y que no ayudarán a conseguir un convenio mejor. "No se van a producir cambios de posura en Marruecos o en Bruselas, sino que incluso se vuelven contra quienes protagonizan los actos", aseguró.

A su juicio, se está cometiendo un "disparate, porque es un infantilismo de cofradías y sindicatos que se lanzan a ese tipo de aventuras y que sólo consiguen escupir sobre uno mismo". Insistió en que se trata de una maniobra que el único impacto que tiene es negativo.

Acusó a "alguna fuerza política", que no quiso concretar, de manipular la situación e impulsar las protestas con el fin de btener votos el próximo domingo, "pero se trata de un acto suicida que puede estropear las negociaciones".