"Es la tomadura de pelo màs grande de Canada hacia España y la UE, porque hasta este momento nadie sabe lo que Canadà ha puesto encima de la mesa y qué ha cedido", dijo.

Fernández recordó que se trata de un acuerdo en el que España no pasa de las 18.630 toneladas a 11.000, sino que que pasa de haber pescado 40.000 toneladas el año pasado a menos de 11.000 este año, lo cual es un pacto "por un lado, inatisfactorio y, por otro, insuficiente para manterner nuestra flota congeladora de Vigo".

"Es un acuerdo totalmente nefasto", dijo Asenio Fernández, quien entiende que este pacto "no es definitivo", sino que tendrá que ser ratificado por el consejo de NAFO, integrado por 16 partes, entre las que se encuentran la UE y Canadá, y añadió que en la reunión que habrá que celebrarse para ello España tendrá que conseguir que se modifique la cuota otorgada a la UE.

Para Fernández, lo que nuestro país no pede aceptar "de ninguna manera" es un acuerdo entre Canadá y la UE que, en definitiva, "no ha significado más que la cesión de cuotas por parte de la UE y ninguna contrapartida por parte de los canadienses".

Sobre a qué puede hacer el Gobierno español para presionar a la UE a este respecto, Fernández dijo que el Ejecutivo español está "bastante delegitimado para hacer nada", ya que, en cualquer tipo de negociación o de presión que realiza, no sólo ante la UE, sino ante cualquier organismo internaciona, "en modo alguno defiende los intereses españoles, claudica ante todo aquello que se propone desde la UE" y rebaja constantemente la posición de nuestro país.

Para Fernández, el Gobierno español, del que reiteró que tiene "bastante poca fuerza como para hacer presión en ningún sitio", no ha de olvidar que tiene "todo el respaldo de toda la cámara, de todo el arco parlamentario, de todos los partidos políticos", lo que debería servirle para tener mayor fuerza a la hora de defender los intereses de Espña ante la UE.

RESPONSABILIDADES

Indicó que el hecho de que el Gobierno español haya contado con el apoyo de todos los partidos politicos en este conflicto no quita para que, a partir de ahora, éstos le exijan responsabilidades. "¿Cómo no lo vamos a hacer, si ha contado con un respaldo mayoritario de la cámara para mantener una posición de firmeza y se ha burlado una vez más de los acuerdos parlamentarios?", se preguntó.

Según Fernández, tanto la gestión del ministro de Agricultura, Pesca y Alientación, Luis Atienza, como la del ministro de asuntos exteriores, Javier Solana, han sido malas y demuestran la "incapacidad total" del Gobierno español para representar los intereses de nuestro país ante la UE.

Mostró sus esperanzas en Atienza y Solana den la semana que viene "cumplida cuenta de qué es lo que han hecho en este mes y medio para conseguir cargarse el sector congelador de la flota española", de la que recordó que descubrió la pesca del fletán.

Fernández lamentó que el Gobierno esañol presente "cada paso hacia atrás" que da en materia pesquera "como un avance en materia diplomática y de negociación", lo que, a su juicio, es la "mayor de la falacias" planteadas constantemente al pueblo español.

Señaló que la diplomacia española tendrá que "emplearse a fondo y empezar a trabajar todo lo que no ha hecho hasta ahora para conseguir que las partes que integran el consejo NAFO varíen su posición y consigan un acuerdo ventajoso para todos", y no un pacto "malo y nefasto", totalmente dsfavorable para la UE y para España.

Fernández indicó que el acuerdo alcanzado repercutirá negativamente a España, dado que la flota española ha capturado ya prácticamente lo estipulado, pasando de los 1000 puestos trabajo en alta mar a los 150. Consecuencia trasladable a los trabajadores en tierra y a las industrias de transformción. "Es uno de los golpes más duros y más bajos que el Gobierno asesta de nuevo a Vigo y a la flota congeladora gallega", dijo.

Manifestó que la ofensiva desatada por agunos países,como Irlanda y Gran Bretaña, contra España van encamindas a la desaparición de la flota pesquera española y criticó al Gobierno que en vez de defenderla, teniendo en cuenta que España es la cuarta potencia mundial pesquera, la primera en Europa, y el primer consumidor mundial del mundo, "está claudicando y reduciéndola en aras de no se sabe qué consenso y de no se sabe de qué futuro, desde luego del de España, no".