Además, los pescadores reclaman un incremento de las cuantías de las ayudas que actualmente perciben, a consecuencia del paro forzoso iniciado el pasado 1 de ayo.

La manifestación partirá de la Casa del Mar de Ribeira a las 6 de la tarde del próximo jueves, y tras hacer un recorrido por las calles de la ciudad, finalizará en la plaza del Ayuntamiento, donde se dará lectura a un manifiesto de rechazo a cualquier tipo de reducción de licencias en el caladero marroquí.

Hasta hoy, los marineros han percibido una ayuda del Instituto Social de la Marina por valor de 73.000 pesetas, correspondientes al mes de mayo, mientras que los armadores todavía no han rcibido cantidad alguna de lo prometido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Según José Francisco Aristín, presidente de la Federación de Armadores de Palangre de Ribeira, que agrupa a la práctica totalidad de los congeladores que faenaban en Marruecos, el volumen de pérdidas ocasionadas hasta ahora por el amarre forzoso supera los 700 millones de pesetas.

Aristín afirmó que "es mucho lo que jugamos en este envite, porque la actividad en los caladeros marroquíes supone unos ingrsos para la ciudad de Ribeira de alrededor de 7.000 millones de pesetas al año, que revierten en muchos sectores productivos de la ciudad, ya que estos barcos necesitan un gran abastecimiento para cada marea, que supone un gasto en la ciudad de alrededor de 4 millones de pesetas".

El número de barcos afectados por el amarre forzoso es de 64 congeladores, dedicados en su mayoría a la pesca de merluza y palometa. Tienen una capacidad media de 80 toneladas y dan trabajo a 900 personas.

Además, el reresentante de los pescadores recuerda a los representantes comunitarios "que no se entiende como imposición lo que desde la soberanía de Marruecos sólo se puede obtener a cambio de otras concesiones por parte de la UE".

Por otro parte, ayer tarde llegaron a los caladeros del Mar de Barens, en el noroeste de Noruega, los seis buques de Vigo y Cangas que partieron en campaña experimental para la busqueda de nuevos caladeros.

Estos congeladores, que faenaban en el caladero de la Nafo ante del conflito con Canadá por el fletán negro, estudian ahora la rentabilidad de la platija americana, toda vez que tienen prohíbida la pesca de bacalao, especie abundante en aguas noruegas.