No obstante, los principales puntos de divergencia con la actuación del Gobierno español surgieron de los grupos parlamentarios Popular, de IU y Vasco, que recordaron ue desde marzo del año pasado se había instado al Gobierno para que tomara medidas de protección de la flota española ante las primeras advertencias canadienses por la pesca del fletán negro.

Atienza volvió a insistir en sus tesis anteriores: Canadá ha violado la legalidad internacional, es un conflicto multilateral, de la UE con el país norteamericano, y su resolución debe realizarse a través de la vía diplomática y dentro de la legalidad, pero para ello es necesario primero la liberación del barco aresado.

El diputado que más duramente arremetió contra el Gobierno fue el popular Arsenio Fernández de Mesa, quien criticó el retraso del Ejecutivo en enviar una patrullera a la zona del conflicto, que no se realizó hasta una vez apresado el buque español.

Fernández de Mesa dijo que la actuación del Gobierno español ha estado "muy bien", pero siempre ha ido por detrás de los acontecimientos, por lo que pidió mayor previsión para un conflicto que, a su juicio, se hubiera podido evitar con la presecia militar española en la zona.

Por su parte, Jerónimo Andreu, de IU, insistió en la necesidad de que la marina de guerra española proteja a los pescadores y reclamó una actuación propia del Gobierno español, independiente de la UE.

El diputado del Grupo Vasco Ricardo Gatzagaetxeberría indicó que la responsabilidad política del conflicto la tiene la UE, ya que, a su juicio, países como Gran Bretaña y Alemania en otras ocasiones han dado un "trato preferente" al país americano, aceptando sus propestas dentro de la NAFO (Organización de Pesquerías del Atlántico Norte).

Los grupos de la oposición coincidieron en señalar que la UE debería haber objetado el primer acuerdo NAFO, que reducía las capturas de fletán negro a 27.000 toneladas para todos los países (cuando el año anterior sólo España pescó 40.000).

Atienza se mostró de acuerdo, pero indicó que el conflicto ha surgido no por la cuota en sí, sino por su asignación, lo que deja en entredicho las afirmaciones de Canadá de que lo único ue pretende es preservar esa pesquería en aguas internacionales (ya que la cantidad de capturas propuesta por el país americano ha sido admitida por la UE).

CALADEROS AGOTADOS

El ministro de Agricultura explicó que la verdadera razón para provocar este enfrentamiento es el agotamiento de los caladeros canadienses en sus 200 millas y el deseo de controlar la pesca fuera de esa distancias en aguas relativamente cercanas a sus costas.

Atienza recordó que en 1987 Canadá fue líder en la oferta de prductos del mar a nivel mundial, pero que desde entonces no ha sabido gestionar sus recursos. El ministro aseguró que el país americano realiza demasiada pesca cerca de la costa, donde se producen los procesos de cría y alevinaje.

Agradeció el apoyo prestado por la comisaria de Pesca de la UE a España y añadió que España seguirá en conversaciones con sus socios comunitarios para que las posibles represalias contra Canadá se realicen de forma conjunta.