Posada se reunió hoy en Madrid con los pescadores, los armadores, los sindicatos y los representantes de as comunidades autónomas afectadas por el acuedo con Marruecos (Canarias, Galicia y Canarias), a quienes transmitió su "esperanza" de que las negociaciones con el país del norte de Africa se inicien cuanto antes y lleguen a buen fin también con brevedad.

En este sentido, les comunicó que las pretensiones del comisario europeo de Pesca, Franz Fischler, eran iniciar la negociación con Marruecos antes de fin de mes, pero insistió en que no se atrevió a dar una fecha para el acuerdo ni tampoco las condicines que se podrían recoger en él.

Mientras, los pescadores españoles reciben una ayuda de 151.500 pesetas mensuales desde diciembre pasado, con una dotación presupuestaria que finaliza el próximo 30 de mayo. Posada aseguró que la Unión Europea tiene voluntad de prolongar las ayudas, pero se está negociando cómo se hará, para no perjudicar al resto de sectores de la pesca española.

Por ello, el Ejecutivo español pedirá a Bruselas que las nuevas ayudas se consideren "extraordinarias" y no se restende los fondos IFOP que el sector pesquero español recibe de la UE y, además, que su percepción no exija una obligada reconversión del sector.

MILONGA

Las promesas del ministro no fueron bien acogidas por los pescadores españoles, que aseguraron que están ya hartos de recibir las ayudas y sólo quieren saber si podrán retomar su actividad en aguas marroquíes en los próximos meses.

Por ello, el representante del sindicato gallego del mar CIG, Xabier Abo, calificó de "milonga" la actuación de las atoridades españolas y de "caramelo por etapas" las ayudas de la UE.

Por su parte, desde CCOO y UGT se criticó la pasividad del Gobierno de José María Aznar, a quien solicitaron que ejerza una presión más contundente hacia Bruselas, imponiendo el peso de España como el país de la UE con un sector pesquero más fuerte.

Los pescadores pidieron también que España inicie la negociación de otros acuerdos pesqueros pendientes con otros países, como Mauritania, y advirtieron de que, si Marruecos logra un cuerdo con la UE con muchas rebajas sobre el anterior, el resto de países harán lo mismo, lo que significará la desaparición de la flota española.

Finalmente, los armadores afectados por el paro aseguraron que no se pueden permitir dejar sin faenar "ni un sólo barco más". En este sentido, el presidencia de la Asociación Nacional de Armadores de Buques, Ramón Rivera, lamentó la sensibilidad de las autoridades españolas con este asunto y recordó que pueblos como Barbate (Cádiz) y algunos de Galicia depeden exclusivamente de los caladaros marroquíes.

En cuanto a la marcha del sector en los últimos años, los armadores hicieron público un dato "demoledor", según ellos: de cada 100 barcos que faenaban en aguas de Marruecos en 1988, sólo quedan ahora 34 y, además, los barcos españoles han elevado un 400% el número de tripulantes marroquíes.