No les eneficia porque, si finalmente tienen que desguazar, las ayudas que hayan percibido se les descontarán de las indemnizaciones por abandono de la actividad, mientras que si la Unión Europea reabriera las negociaciones con Marruecos y los barcos palangreros volvieran a pescar se salvarían miles de puestos de trabajo, según los armadores.

"Hemos pedido al ministro español que no hay por qué desmantelar ni desguazar una flota al 100 por cien si hay posibilidades de salvar alguna parte de ello", señaló Aretín.

Además, para el sector de pesca con artes tradicionales "el tiempo está jugando en contra porque", afirmó, "consideramos que podemos seguir faenando en Marruecos y nuestros barcos se están deteriorándo aquí por tanta inactividad", afirmó.

"Si no hay una salida para Marruecos esta flota desaparece", recalcó el presidente de los armadores de Ribeira, donde la mitad de las entradas en lonja provienen del caladero africano (65 barcos y 800 trabajadores).