En respuesta a una pregunta del diputado del PP Manuel Seco, Suárez Pertierra garantizó que el vuelo de Borrell no supuso ningún gasto extra para el erario púbico, porque se trataba de una salida aérea más en las que se calibra la operatividad de los aviones.

El titular de Defensa dijo que la autorización a Borrell fue un ejemplo de la estrecha colaboración que mantiene su departamento con el responsable máximo de la aviación civil en España.

En su opinión, se trata de un vuelo que no tine nada de excepcional y forma parte de una práctica tradicional de conocimiento de las Fuerzas Aéreas en la que han participado también otros colectivos, como los periodistas.

El diputado del PP dijo que la actuación de Borrell representa un "flagrante" caso de "patrimonialización de los bienes públicos", de la que ha hecho gala el PSOE desde que llegó al poder en 1982.

En su opinión, este asunto es más grave que el uso que hicieron hace años Felipe González del yate "Azor" o Alfonso Guerra del vión "Mystere", porque en esta ocasión un ministro ha tenido que mover toda la cadena de mando del Ejército del Aire para satisfacer el capricho de otro miembro del Gobierno. Por eso, pidió la dimisión inmediata de Suárez Pertierra.

ACROBACIA AEREA

Sobre este polémico vuelo también contestó a otra pregunta en el pleno el propio José Borrell. En respuesta al diputado José Manuel Fernández Norniella, el titular de Obras Públicas dijo que su pilotaje del F-18 fue una "muestra del interés, respeto y aprcio" que tiene por el Ejército del Aire, en su calidad de responsable de los sistemas de navegación aréa en España.

A su juicio, este tipo de relaciones entre Defensa y Obras Públicas no tienen nada de extraño en todos los países del mundo y es "un error" pretender ver esta visita institucional "como si me hubiera colado gratis en una feria".

El parlamentario del PP le preguntó irónicamente a Borrell si había querido pilotar el F-18 para hacer "acrobacias aéreas", hacer "un simulacro aire-aire" ovisitar las hoces del Cabriel.