El estudio o examinó en profundidad la razón por la que los hijos procedentes de familias numerosas suelen tener más tendencia a padecer después este mal degenerativo. No obstante, los investigadores del equipo de la doctora Victoria Moceri sospechan que guarda relación con la maduración del cerebro.

Las familias con más descendientes suelen pasar por más estrecheces económicas, algo que también afecta a las condiciones de vida y de nutrición de sus miembros. Los expertos dan a entender en el artículo que el cerbro de los niños de estas familias, normalmente más modestas que la media, madura menos o no se forma debidamente, de ahí su mayor propensión a desarrollar Alzheimer en el futuro.

"Un entorno pobre o que no cuenta con las condiciones necesarias para un niño impide la correcta evolución de su cerebro, es decir, su maduración completa", asegura la doctora Moceri, quien añade que las funciones cerebrales también se ven mermadas por esta circunstancia.