Según fuentes del Ejecutivo valenciano, el objetivo de esta iniciativa es ofrecer compañía y afecto a las personas mayores ingresadas en centros de la tercera edad para mejora uno de los problemas más graves que suelen sufrir, la soledad y el aislamiento.

El programa estará orientado, principalmente, a residentes con problemas de interacción social, con alteraciones del estado de ánimo y con demencias en fases iniciales. No obstante, cualquier residente que quiera participar en el programa podrá hacerlo como una actividad lúdica más y al mismo tiempo terapéutica.

Estimular física, psíquica y socialmente con actividades terapéuticas a los residentes, además de paliar e sentimiento de soledad que padecen algunos ancianos, son algunos de los objetivos de este programa.

Por otra parte, esta iniciativa trata de disminuir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo, facilitando la interacción y comunicación con otras personas. Otros efectos beneficiosos de esta terapia son mejorar la sociabilidad, aumentar la autoestima, estimular la responsabilidad y romper con el autoaislamiento aceptando nuevas situaciones.

El programa consta de tres fases, la primera de ellas de aaptación, en la que se produce el primer contacto entre el residente, el animal de compañía y el voluntario.

En la segunda fase, el residente comienza a tratar con el perro, cepillándolo, dándole de comer o acariciándolo, siempre con la supervisión del voluntario. Por último, se realizará una evaluación y valoración de los cambios que se han producido en el estado de ánimo y en la comunicación de algunos residentes como consecuencia de la aplicación del programa.