Javier Delgado fue recibido por el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, y posteriormente visitó la sede de la Audiencia de Sevilla, en donde tenía previsto celebrar una rueda de prensa en la quinta planta del edificio.

Sin embargo, los periodistas, que aguardaron su llegada con caretas blancas con la boca sellada con una cruz en aspa en protesta por las trabasa su labor, dejaron sus grabadoras, micrófonos y cámaras de televisión a la entrada de la Audiencia, puesto que habitualmente se les prohibe entrar, y pidieron que las declaraciones se realizasen a la entrada de la sede.

Delgado se negó a efectuar una rueda de prensa en el exterior de la Audiencia, aunque los periodistas esperaron en vano su salida para ver si les respondía. Uno de los periodistas leyó un comunicado en representación del resto, en el que exigen que se levanten las medidas restrictivasvigentes en la Audiencia, donde se prohíbe la grabación de imágenes y de sonido en su interior.

El comunicado subraya que las normas dictadas por el TSJA son ya por si solas mucho más restrictivas que las vigentes que cualquier otra ciudad. El comunicado señala que los jueces deben acostumbrarse a convivir a diario con los periodistas y piden al TSJA que no les diga cómo deben trabajar porque a finales del siglo XX los medios de comunicación son, sobre todo, audiovisuales. "Si a un periodistas le quitn la cámara es como si a un juez le quitaran el Código Penal", concluyó.