En concreto, la deuncia se dirige contra Linares por ordenar la vigilancia y el seguimiento de los periodistas y por impedir el libre ejercicio de su trabajo, violando su derecho a la intimidad.

La denuncia también incluye a aquellas otras personas que pudieran resultar responsables durante la instrucción de las diligencias.

Según informa hoy el diario "El Mundo", los dos periodistas están siendo vigilados por un operativo formado por entre 15 y 20 policías, que utilizan para su misión 36 vehículos policiales con atrículas "reservadas".

De acuerdo con el rotativo, el operativo de vigilancia de los periodistas se denomina "Azor" y en él intervienen ocho unidades policiales dedicadas a acciones de seguimiento, que diponen de un vehículo con un dispositivo técnico para seguir los movimientos de los vehículos de los periodistas.

La vigilancia policial comenzó el pasado 2 de mayo, día en que el diario anunció la publicación al día siguiente de la entrevista con Roldán. Los dos periodistas fueron incluídos entoces en una lista de medio centenar de personas que la policía debía controlar.

Sus domicilios y la sede del rotativo fueron sometidos desde entonces a vigilancia, según "El Mundo", que agrega que, además, podrían estar pinchados los teléfonos privados de Rubio y Cerdán.

El diario indica que entre las personas que debían ser vigiladas se encuentran los abogados Gonzalo Casado, que fue el defensor de Roldán, y Manuel Cobo del Rosal.