En declaraciones a RNE, Rubalcaba calificó la actual pugna entre el sector renovador del PSOE y el grupo afín a Alfonso Guerra como "un debate más del Partido Socialista al que los militantes debmos acercarnos con voluntad de diálogo, de acuerdo, de integración y tolerancia" y apeló a la "la larga tradición de debate" de los socialistas.

Insistió en esa misma idea al afirmar que las reuniones que actualmente mantienen las federaciones regionales del PSOE, forman parte de la tradición de debate del socialismo, y se mostró convencido de "que es un debate que vamos a hacer con sosiego y con voluntad de integración, voluntad que no ha faltado nunca en el Partido Socialista".

Respecto a un cabio en la línea ideológica del PSOE, provocado por el actual conflicto en el seno socialista, el ministro de la Presidencia señaló que en su "larga historia", el partido "ha debatido y modificado sus posiciones y cambiado sus propuestas al hilo de los cambios que la propia acción política del partido, ha venido introduciendo en la sociedad".

Alfredo Pérez Rubalcaba también habló de la situación económica, que calificó como "delicada", y afirmó que "todo lo que se refiere a política económica" es tareaprioritaria del nuevo Gobierno, lo que "exige la adopción de medidas, entre otras, ponerse a trabajar de inmediato en el pacto para el empleo y el pacto social".

El nuevo ministro evitó entrar en debate público con el líder de Izquierda Unida, Julio Anguita, quién augura un "cisma" en el PSOE, y se limitó a responder que es partidario de que "los políticos tratemos de no crispar los debates en general como también soy bastante partidario de no hacer públicas mis opiniones sobre lo que pase en otros patidos".