PEREZ MARIÑO RENUNCIA L ESCAÑO POR LAS FUERTES DISCREPANCIAS ENTRE SUS POSTULADOS Y LOS DEL GRUPO SOCIALISTA
- No se arrepiente de su decisión y no descarta ser el juez del "caso GAL"
- Lamenta la instrumentalización política que algunos grupos han hecho de su dimisión como diputado
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El hasta hoy diputado independiente en las filas del PSOE y magistrado en excedencia, Ventura Pérez Mariño, formalizó hoy su renuncia al escaño, justificando su decisión en las discrepacias que floraron en los últimos tiempos entre sus principios personales y los postulados del grupo parlamentario al que pertenecía.
Pérez Mariño aseguró que no se arrepiente de la decisión tomada y que tan sólo lamenta la instrumentalización política que algunos partidos han hecho de su dimisión como diputado. Igualmente, quiso dejar claro que con su abandono del escaño no ha querido hacer daño ni al Gobierno, ni al PSOE ni al Grupo Parlamentario Socialista.
Subrayó que no se marcha defraudado de la vid política, porque durante los casi 19 meses que ha permanecido en el Congreso, y desde su posición "progresista, solidaria y de izquierdas", ha podido defender sus principios políticos y contar con un cierto grado de influencia sobre la opinión pública.
El magistrado en excedencia, que hoy compareció ante los periodistas para explicarles las razones que le llevaron a presentar la renuncia al acta de diputado, aseguró que se va con la conciencia tranquila, "ligero de equipaje" y convencido de que podrávolver al mundo de la judicatura y ejercer con dignidad su puesto de juez.
En la conferencia informativa, Pérez Mariño resaltó que nunca se le ha pasado por la cabeza tramitar su ingreso en el Grupo Mixto y que comprende las motivaciones del Grupo Socialista al pedirle su renuncia al escaño por pedir la dimisión del presidente del Gobierno.
Pérez Mariño mostró durante la rueda de prensa un tono sereno, dedicando frases de agradecimiento a Felipe González por haberle dado la oportunidad de particiar en la política y destacando que la sociedad española no debe prescindir en el futuro del Partido Socialista.
Asimismo, aludió a las dificultades que entraña la condición de independiente a la hora de respetar tanto los principios propios como la disciplina de grupo, aunque defendió la conveniencia de que en la vida pública participen personas "sin carnet".
En este sentido, explicó que durante los últimos tiempos afloraron con mayor virulencia las discrepancias entre sus postulados y los del Grpo Socialista y que, a la vista de esta situación, él decidió fijar como límite y como "paso del Rubicón" la celebración del Debate sobre el estado de la Nación, para ver si podía hacer compatibles sus posiciones y las de sus compañeros de los bancos socialistas.
COMISIONES DE INVESTIGACION
El juez confesó que la gota que colmó el vaso fue la negativa del PSOE a que se creasen sendas comisiones de investigación de los fondos reservados y del "caso GAL", así como el rechazo a la despenalización de lainsumisión y al envío urgente al Congreso de la ley del aborto.
Ante esta situación, según afirmó Pérez Mariño, creyó que lo más conveniente para desdramatizar la vida política, para salvaguardar los intereses generales del país y para garantizar el futuro del PSOE era reclamar la dimisión de González, para que diera paso a un gobierno de gestión que posibilitara la celebración de elecciones generales a medio plazo.
Pérez Mariño recordó que no hubo ningún compromiso expreso por parte de Felipe Gozález cuando le animó a incorporarse a la política desde las filas socialistas. Agregó que su "único" contrato fue la defensa de los postulados que formaron el eje central de programa electoral el PSOE en 1993: impulso democrático, cambio del cambio y lucha contra los comportamientos corruptos.
Sobre este punto, subrayó que nunca se sintió utilizado por el Partido Socialista, aunque admitió que en los comicios de ese año los independientes supusieron un importante reclamo electoral, del que se aprovecaron mutuamente tanto los candidatos como los partidos políticos.
Respecto a su futuro inmediato y a su incorporación a la Audiencia Nacional, Pérez Mariño no descartó la posibilidad de le corresponda juzgar el "caso GAL", pero aclaró que si esta circunstancia se produce la afrontará siempre que no se den las causas de abstención o recusación y atendiendo siempre a los principios de legalidad e imparcialidad.
Pérez Mariño asumió las duras críticas que durante los últimos días ha recibido por la ioportunidad de su petición de dimisión de González y sobre los pactos entre el Gobierno y CiU dijo que no era su intención destapar otra "olla de truenos" al valorar este punto, aunque dijo que su opinión es favorable a que los socialistas hubieran alcanzado acuerdos con Izquierda Unida.
(SERVIMEDIA)
13 Feb 1995
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