Matutes indicó que "es preciso abandonar una cultura perversa que funda todas las esperanzasde desarrollo regional y personal en el conformismo estéril que representa la cultura de la subvención".

Según Matutes, las subvenciones no sirven para nada, "si no van acompañadas de un cambio de mentalidad, la voluntad decidida de esforzarse por superar los problemas y una reforma en profundidad del sistema productivo". Puso como ejemplo el Plan de Empleo Rural (PER), en España, "que no ha sido capaz de crear ni un sólo puesto de trabajo"; del Mezzogiorno, en Italia, "donde no han sido capaces de geerar más que la Liga Lombarda, o de la unificación alemana, con las consecuencias que todos padecemos".

El comisario europeo señaló que "el único pasaporte válido para circular por Europa es la competitividad", y dijo que, para alcanzarla es imprescindible "fomentar el espíritu de empresa frente a la cultura de la subvención".

En una conferencia pronunciada en Valencia sobre "Las políticas comunitarias y el desarrollo regional", dijo que el mercado interior en Europa no sólo ha puesto a competir ntre sí a las empresas, sino también a los sistemas políticos, fiscales, presupuestarios, laborales, administrativos y de gasto público de Estados.

"Por eso", añadió, "cuando constatamos cual es el nivel de nuestros desequilibrios, es evidente que se impone una corrección en profundidad de la economía española".