Según informó hoy la CEC, su petición se enmarca dentro de las iniciativas que están evaluando los dirigentes de otros países, como Francia y Estados Unidos, con el objetivo de impedir que la crisis de liquidez castigue con especial dureza a las pequeñas y medianas empresas, debido a las consecuencias que de ello se pueden derivar en términos de empleo y de la propia supervivencia de las empresas.

La situación financiera y económica del país ha provocado que el comercio español presente una facturación en los primeros meses del año un 10% inferior al mismo periodo del año pasado. Una situación de descenso de ventas que se agrava en subsectores como el de equipamiento del hogar, cuyas ventas descendieron cerca del 40% en lo que va de año

El aplazamiento solicitado es de 30 días, tanto para la cita del 20 de octubre como la del próximo 20 de enero, periodo que la CEC considera, hoy por hoy, suficiente para evitar los efectos más dañinos del "cerrojazo financiero" que está viviendo el país.

Con esta reivindicación, la confederación pretende asegurarse que las ayudas que se están realizando no se circunscriban sólo a las grandes instituciones financieras, teniendo en cuenta que la crisis se ha extendido con rapidez a las pequeñas y medianas empresas y el deber del Gobierno es actuar para todos.