Según García Iglesias, se trata de un porcentaje muy pequeño que, además, ha sufrido una reducción importante en los últimos años debido al nacimiento de los "sex-shops" y a que la gente "se ha saturado" de este tipo de películas.

Las películas pornográficas han dejado de ser la parte más importante del negocio de los vídeoclubes, insistió García Iglesias, quien recordó que hubo un tiempo en que representaban el 10 por ciento del total de películas que ofertaban estos establecimients.

Añadió que el público que acude a los vídeoclubes españoles busca ahora películas de acción, novedades y "buenas películas de cine".