Pérez explicó que la última devaluación de la peseta del 6 por ciento pretende devolver la tranquilidad a los inversores y poner fin a las turbulencias monetarias que han afectado a la moneda española.

A su juicio, el balance de la depreciación de la peseta será positivo para la economía española, al incrementar las exportaciones y el empleo, aunque reconoció que tendrá efectos negativos en la inflación.

El responsable de Economía se refirió también a los tipos de interés y dijo que no podrn bajar hasta el primer semestre de 1993 y siempre que antes se den tres condiciones: la reducción de la inflación, la estabilidad de la peseta y la bajada generalizada de los tipos de interés en los demás países europeos.

Pérez recalcó que la subida de 0,75 puntos en el precio oficial del dinero fijada por el Banco de España es la más moderada de las aplicadas por los países cuyas monedas han resultado afectadas por las turbulencias financieras.

El secretario de Estado afirmó, no obstante, que e Gobierno hará "todo lo que esté en su mano" para defender la actual cotización de la peseta, para lo cual los gobiernos cuentan con dos instrumentos básicos, su reserva de divisas y los tipos de interés.

Pérez hizo estas declaraciones tras clausurar las VIII Jornadas Comunitarias sobre el Seguro del Automóvil, en las que volvió a expresar su convencimiento de que el precio de los seguros bajará gracias al proyecto de ley aprobado recientemente por el Consejo de Ministros.

Aseguró, asimismo, que sta ley no obligará a ninguna empresa solvente a abandonar la actividad, aunque no tenga el capital mínimo requerido, en contra de lo que afirma la patronal del sector, Unespa.