PEDRO J. RAMIREZ, CONTRARIO A QUE EL CONGRESO REGULE LA CLAUSULA DE CONCIENCIA Y EL SECRETO PROFESIONAL

MADRID
SERVIMEDIA

El director del diario "El Mundo", Pedro J.Ramírez, se mostró hoy contrario a que el Congreso redacte leyes específicas para regular el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional de los periodistas, por entender que este hecho supondría una regresión respecto al actual marco legal.

Ramírez consideró que para desarrolar ambos derechos y cumplir con el mandato constitucional en este sentido bastaría con introducir algunas reformas en el Código Penal, en la Ley de Enjuiciamiento Criminal y en el Estatuto de los Trabajadores, sin necesidad de promulgar leyes específicas.

El director de "El Mundo" compareció hoy en la Comisión Constitucional del Congreso, junto a Miguel Angel Aguilar, presidente de la Asociación de Periodistas Europeos, y José Luis Gutiérrez, director de "Diario 16", para aportar su visión sobre la cáusula de conciencia y el secreto profesional.

Los puntos de vista de estos tres profesionales, a los que se sumarán los de una larga lista de periodistas, empresarios y representantes de la Universidad, servirán para configurar dos proposiciones de ley que actualmente están en trámite parlamentario.

Ramírez destacó que el propósito del Congreso al redactar estas iniciativas es proteger y afianzar la libertad de expresión y la independencia de los periodistas, aunque expresó sus dudas acerca de qe puedan tener un efecto 'boomerang' que fuera en contra de estos principios.

EFECTO 'BOOMERANG'

"Me temo que pudiera surgir una iniciativa legislativa", añadió, "que tuviera un efecto 'boomerang' y que supusiera una recesión respecto a una situación como la del actual marco legal, que, aunque tiene zonas de sombra, en líneas generales ha contribuido a consolidar el ejercicio libre y responsable de la libertad de expresión".

El director de "El Mundo" explicó que la aplicación de la cláusula de onciencia sólo tiene sentido en el caso de que se produzca un cambio en la propiedad de la empresa informativa, que pueda determinar un cambio en la orientación ideológica del medio.

Tras señalar que es muy difícil acotar los supuestos en los que este derecho puede ser esgrimido por los profesionales, Ramírez apuntó la conveniencia de que en los casos en los que se invoque la cláusula de conciencia se cuente con algún tipo de pronunciamiento por parte del colectivo de la redacción.

En cuanto al screto profesional, dijo que la protección de este derecho no es necesaria en la mayoría de las informaciones que son publicadas en los periódicos.

Ramírez recordó que en su dilatada trayectoria profesional (durante los últimos 14 años ha sido director de periódico) sólo se ha acogido en dos ocasiones al secreto profesional: cuando entrevistó a la cúpula de ETA y, más recientemente, al ser requerido por la jueza del 'caso Roldán' para entregar las cintas con la entrevista que su periódico hizo al ex diector de la Guardia Civil.

Por su parte, Miguel Angel Aguilar señaló que la regulación de la cláusula de conciencia y del secreto profesional deben estar en consonancia con el fortalecimiento de la independencia periodística.

NADIE LO HA INVOCADO

Aguilar advirtió que transcurridos 16 años desde que fue promulgada la Constitución ningún periodista ha invocado la cláusula de conciencia, quizás porque, salvo contadas excepciones, la mayoría de los medios no tienen definida una línea ideológica, loque hace difícil acogerse a este derecho por entender que ha habido un cambio en la ideología del medio en cuestión.

Asimismo, subrayó que "tal y como está el patio de los medios informativos" el profesional se arriesga a abandonar un puesto de trabajo y no encontrar otro. "Quien da ese paso se encuentra con el repudio de la generalidad de las empresas, donde el valor al alza es la docilidad. Quien se resiste a esta actitud se ve abocado a las cunetas de la historia".

Sobre el secreto profesional dijo que aunque el periodista no debe mantener ningún privilegio sobre el ciudadano normal, sí debe hacer uso de esta atribución para proteger a sus fuentes informativas y el respeto a sí mismo.

José Luis Gutiérrez lamentó que dese 1978 los legisladores se hayan preocupado sobre todo por regular los aspectos restrictivos de la libertad de expresión, como las normas sobre la protección al honor, a la intimidad y a la propia imagen.

Gutiérrez señaló que en la fijación de límites al secreto profesinal hay que dejar un amplio margen de actuación a los jueces, aunque tales limitaciones deben ser muy selectivas.

Asimismo, defendió la aplicación de un código deontológico por parte de los periodistas, cuyo eje central sea "informar verazmente, honestamente y en conciencia".

(SERVIMEDIA)
01 Jun 1994
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