El magistrado solicita información sobre sus características así como sobre la incidencia que pueda tener sobre los usuarios la suspensión temporal que acordó en su auto del pasado viernes y cuya ejecución queda en suspenso.

El cierre de Telegram genera un intenso debate sobre el conflicto entre los derechos a la privacidad, la libertad de expresión y los derechos de autor. El juez tomó la su decisión a raíz de la petición de Mediaset, Atresmedia y Movistar Plus, que denunciaron la difusión por Telegram de sus contenidos protegidos por derechos de autor.

Telegram es una aplicación de mensajería instantánea que nació en 2013 bajo la dirección del empresario ruso Pavel Durov. Desde sus inicios, la plataforma se negó a compartir información con las autoridades, lo que convirtió a Telegram en la vía de comunicación usada por la disidencia en regímenes autoritarios como Rusia o Irán, donde se usan para organizar protestas, y en canal para organizaciones que se dedican a la venta de drogas, la difusión de contenidos violentos, pornografía infantil o terrorismo.

El anonimato en esta red está garantizado a través de su empresa matriz, radicada en las Islas Vírgenes, con sede en Londres y servidores por todo el mundo, en especial en países que no tienen tratados de colaboración con terceros países.