PECES-BARBA PROPONE QUE EL PRESIDENTE DEL CONGRESO NO VOTE, NI PARTICIPE EN REUNIONES DE PARTIDO

MADRID
SERVIMEDIA

El ex presidente dl Congreso y actual rector de la Universidad Carlos III de Madrid, Gregorio Peces-Barba, ha propuesto al PP y al PSOE que alcancen un acuerdo institucional para revisar en pos de su independencia la figura del presidente de la Cámara Baja, de tal modo que no pueda ejercer su derecho al voto ni participar en reuniones de su partido político, durante su mandato.

En un artículo publicado hoy en el diario "El País", Peces-Barba se refiere a la necesidad de promover por parte de los dos grandes partidos co representación parlamentaria "la acción garantizadora de una nueva figura de presidente del Congreso", cuyas líneas generales permitieran "superar las tentaciones de control del presidente por su partido (...) y las estrategias coyunturales".

A su juicio, dicha reforma redundaría en beneficio de la imagen del presidente de la Cámara Baja, pues potenciaría "una figura noble, inspirada en los grandes ideales de la democracia, y con una función de ordenación y regulación no sólo de los debates parlamentrios, sino de otras controversias políticas que afecten a las reglas del juego limpio".

Sobre este particular, el ex presidente del Congreso durante el Gobierno socialista enuncia lo que, a su juicio, debería ser establecido: "El presidente del Congreso sería un diputado perteneciente al grupo que tuviese más diputados, es decir, de la mayoría absoluta".

No obstante, "el presidente elegido no participaría en las votaciones, incluida la investidura, y no participaría en las reuniones ni recibiría nstrucciones de su grupo parlamentario de origen".

"Podría convocar al presidente del Gobierno", continúa, "a los ministros y a los portavoces de los grupos parlamentarios para facilitar el diálogo entre ellos y dar su opinión sobre temas institucionales que afectasen a las reglas del juego".

Asimismo, "el presidente y la Mesa dirigirían la administración parlamentaria y aprobarían los presupuestos de las cámaras, sin interferencia de los grupos parlamentarios ni de las autoridades presupuestaria de Economía y Hacienda".

Por otra parte, "se propiciaría un cambio en los reglamentos del Congreso para la resolución de ciertos casos difíciles, como la constitución de las comisiones de investigación y el voto en conciencia de los diputados. En todo caso, el voto mayoritario no podría imponer o impedir la constitución de una comisión de investigación ni ésta tampoco se podría establecer sólo por la voluntad de la minoría".

"En el voto en conciencia", agrega, "la solución sería similar: ni el gupo podría impedir por mayoría el voto en conciencia ni el diputado individual tendría una objeción de conciencia aplicable a cada caso para ejercer libremente el voto, con indepedencia de la posición de su grupo".

Por último, Peces-Barba se refiere al marco de relaciones con el rey para señalar que, "como en la monarquía parlamentaria el rey no puede hacer algunas de las funciones que desempeña un presidente de república (...) se trata de que esas funciones las ejerza el presidente del Congreso que, aturalmente, despacharía habitualmente con el Rey".

(SERVIMEDIA)
30 Mar 2000
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