Aprovechando el periodo estival, el Colegio de Médicos de Madrid recuerda que "el diagnóstico precoz sigue siendo el mejor tratamiento", e insiste en la importancia de acudir al dermatólogo para descartar melanomas si aparece un nuevo lunar o si uno ya existente cambia de forma, color o tamaño.

Otras de las "señales de alarma" más habituales son la aparición de manchas amplias y difusas en la cara (melasma), sobre todo en personas de piel oscura, y en las mejillas y el labio superior, o de manchas pequeñas, a modo de pecas, de color café con leche (lentigos).

Para prevenir lesiones, los expertos recomiendan usar protección solar todo el año. "Aunque el sol en verano es especialmente agresivo, se olvida que su incidencia en la piel se produce durante todo el año y que sus efectos son acumulativos", señala Aurora Guerra, especialista en Dermatología del Colegio de Médicos de Madrid.