Según informó Unicef, más de un mes después de la invasión rusa de Ucrania, alrededor de 300 niños han sido asesinados o han resultado heridos, más de cinco millones de chavales -el equivalente a más de la mitad de la población infantil del país- se han visto obligados a abandonar sus hogares, 2,8 millones han huido de suelo ucraniano y 2,5 millones son desplazados internos.

Ante esta situación, Pau Gasol se sumó al llamamiento de urgencia de Unicef para apoyar a los chavales afectados por la guerra, a quienes la organización de protección a la infancia de la ONU está proporcionando, en Ucrania y en sus fronteras, medicinas, agua y ropa de abrigo, al tiempo que erige espacios seguros para ellos.

Lo hizo protagonizando una serie de vídeos que se están difundiendo a través de plataformas digitales y televisión, en los que asegura que asiste “con horror y preocupación las imágenes que están llegando de Ucrania” y confiesa que siente “impotencia ante la situación de los niños en esta guerra horrible”.

Las aportaciones recibidas gracias a esta campaña se destinarán íntegramente a Unicef para su respuesta humanitaria a la emergencia de Ucrania.