Rodríguez Zapatero, primer invitado del programa "El Cuestionario", producido por Servimedia y Expansión TV, reiteró su discrepancia con la pastoral y con el posterior pronunciamiento de la Jerarquía Eclesiástica, pero criticó también la respuesta del Gobierno.

"A mí nome gustó nada el fondo de la pastoral, y tampoco me ha gustado la respuesta que la Conferencia Episcopal ha dado, porque creo que tenía que haber sido mucho más convincente, mucho más firme, y mucho más aclaratoria, igual que los obispos vascos deberían haber salido estos días a la opinión pública a explicar a los ciudadanos qué han querido decir con esa pastoral, que ciertamente es confusa, inoportuna, y que a mí no me gusta nada", precisó.

No obstante, consideró también que el Ejecutivo "ha sobreactado, ha estado en un discurso excesivo. El presidente de este Gobierno, no solo por esto, sino por lo que he visto que hizo ayer en un discurso en relación con la huelga general, está desafiante, tenemos un presidente extremista, que se ha convertido en el hooligan de las causas, y esto es malo".

"Tenemos que tener un presidente para la moderación, para el equilibrio y para la tolerancia. Lo dije hace unos días y hoy lo reitero, parece que quien está llevando el volante del Gobierno no está sereno, y sto es muy mala cosa".

El líder socialista expresó su preocupación por el hecho de que el Ejecutivo "entre en una vía de crispación con todo el mundo en este país, me da igual que sea el Tribunal Supremo, que la Conferencia Episcopal, los sindicatos o los estudiantes. Esta es una dinámica muy mala para este país".

RESPETO SIN EXCESOS

Como ejemplo de la actitud que, desde su punto de vista, debe mantener un dirigente político, subrayó que su discrepancia con la pastoral no le ha llevado en ningú momento a descalificar a sus firmantes.

"La Conferencia Episcopal y los obispos en este país representan, sin duda alguna, a personas que tienen unas creencias que yo tengo que respetar, porque creo que esa es la obligación de quien representa a millones de ciudadanos. Tengo que respetar lo que existe en la sociedad, y el Gobierno es quien más tendría que hacerlo".

En un mensaje dirigido a ambas partes, recordó que los excesos "se pagan, y toda radicalización es mala". "Quien sobreactúa movido pr una visión coyuntural y partidaria de las cosas se equivoca y no hace ningún buen servicio a la sociedad", advirtió.

De la misma forma que con el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo se pretendió sacar la lucha antiterrorista de la polémica política, consideró que el Gobierno "podría haber llamado por teléfono a los obispos, -e incluso no me hubiera importado asistir a ese encuentro-, y explicar de vis a vis la razón de fondo, la discrepancia radical con esa pastoral, y pedirles otro caino, otro rumbo y otro mensaje a la ciudadanía".

En cambio, añadió, "se ha optado por tener una gran polémica pública" tras la cual "van a quedar heridas". "Esto no es bueno, y, desde luego, yo pido a la Conferencia Episcopal y al Gobierno de España que se serenen y que piensen que no se puede dar un sólo minuto de satisfacción a los que están dispuestos a amargarnos cada día la vida y a hacer daño a la gente".

Como líder de un partido que se define como "laico", Rodríguez Zapatero explicó que po laicismo entiende, sobre todo, "ser una persona tolerante y que respeta las creencias religiosas y las actitudes de los demás, y el ejemplo que estos días están dando el Gobierno y la Conferencia Episcopal es de poca tolerancia".