Las indemnizaciones previstas podrán ser el reembolso del precio del billete que no se ha utilizado o bien ser embarcados en el primer vuelo que sea posible, o en la fecha que les convenga. Además, el pasajero podrá elegir que la compensación sea en metálico, en bonos de viaje o en otros servicios y, si viaja en una clase inferior a la reservada, tendrá derecho al reembolso de la diferenia de precio entre ambas.

Las compensaciones por denegación de embarque, incluidas en el reglamento 295/91 del Consejo, serán de 75 euros (12.473 ptas.) cuando el destino esté a menos de 3.500 kilómetros y exista un retraso de menos de dos horas en la llegada, de 150 euros (24.945 ptas.) cuando sea mayor. En el caso de que el destino esté a más de 3.500 kilómetros y el retraso sea menor de 2 horas, el pasajero recibirá 150 euros, y si supera las dos horas, será de 300 euros (49.890 ptas.).

La comañía sólo abonará el precio del billete cuando estas indemnizaciones sean superiores y no tendrá en cuenta los vuelos en conexión cuando el retraso no influya en el enlace. Durante la espera, la compañía debe facilitar a los pasajeros afectados por el retraso posibilidades de comunicación al punto de destino, comida, bebida y alojamiento mientras se realizan las gestiones necesarias para trasladarlos.

Por otra parte, los discapacitados y los niños que no vayan acompañados tendrán preferencia a la horade tomar el avión. La compañía podrá buscar voluntarios entre los pasajeros que cedan su plaza confirmada a cambio de una compensación, que se pacta en ese momento y que no puede ser objeto de ninguna reclamación posterior. Pero no está obligada a indemnizar a las personas que viajen con un billete de tarifa reducida o gratis, que no están disponibles al público.