Para la Comisión, está política debe tener caácter prioritario, como consecuencia de la congestión de las carreteras, las perspectivas de evolución de la movilidad y las necesidades medioambientales.

Asimismo, señala que en vísperas de 1993, la red europea de carreteras todavía está "inadaptada y ve amenazada su buen funcionamiento".

Un trabajo realizado por la Comisión de la CE revela que la red está inacabada, en especial en los países periféricos, y las autopistas y autovías todavía son embrionarias en Irlanda, Grecia y Portugal, mientra registran una ligera expansión en España.

Además, mantiene que el buen funcionamiento de la red no está garantizado, dado el importante incremento que experimenta el tráfico internacional, que crece a un ritmo superior a los nacionales.

La red de carreteras transeuropea constará de los aproximadamente 37.000 kilómetros de enlaces por carretera ya existentes y de otros 12.000 de autopistas o carreteras de primer orden, de los cuales el 40 por ciento estarán en los países periféricos.

La supeficie de autopista en España, Portugal, Grecia e Irlanda aumentará en un 70 por ciento y la red en estos países pasará de 7.000 a 12.000 kilómetros.

La mayoría de las carreteras estarán finalizadas en el año 2002 y el coste total de la red será de, aproximadamente, 120.000 millones de ecus (unos 4,8 billones de pesetas).

Según la Comisión, la construcción de la red permitirá reforzar significativamente la cohesión económica y social y fortalecerá el equilibrio territorial de la CE.

En la Comnidad Europea la carretera absorbe más del 90 por ciento de los desplazamientos de personas y más del 70 por ciento del transporte de mercancías.