PAROT NIEGA HABER ATENTADO CONTRA LA PRISION DE ALCALA-MECO, PERO RECONOCE SU PERTENENCIA A ETA

MADRID
SERVIMEDIA

El jefe del "comando itinerante" de ETA, Henri Parot, que fue juzgado hoy en la Audiencia Nacional como autor de un atentado cometido el 8 de mayo de 1989 en los alrededores de la prisión de Alcalá-Meco (Madrid), en el que murieron dos policías y resultaron heridas otras tres personas,negó todos los hechos ante el tribunal, aunque reconoció su pertenencia a la banda terrorista.

Parot, para el que el fiscal pide un total de 87 años y 8 meses por esa acción, accedió a responder a las preguntas del ministerio público para hacer constar que todo lo declarado en el juzgado fue bajo torturas y que el juez que le interrogó, Carlos Dívar, era "más que un juez un policía".

El etarra descartó haber recibido órdenes de Francisco Mújica Garmendia para perpetrar el atentado y manifestó concer de vista a Jacques Esnal y Frederic Haramboure, pero aseguró que no era posible que juntos integraran "un comando francés en una organización vasca". Después, provocó su expulsión de la sala.

Las acusaciones atribuyen, sin embargo, la autoría del atentado a los tres terroristas, aunque Haramboure tuvo que regresar a Francia después de que su vehículo fuera interceptado en un control rutinario de carretera.

Esnal y Parot siguieron adelante con el plan y recogieron en Madrid un automóvil con marícula falsa, que había sido robado con anterioridad en San Sebastián por otros miembros de ETA, y se dirigieron a los alrededores del recinto penitenciario.

Sobre las 10 de la noche de la fecha señalada, los terroristas abordaron el vehículo del funcionario José Luis López Montenegro, cuando se paró en un stop.

El propio Montenegro relató ante la sala cómo un individuo le encañonó con su arma, por lo que decidió acelerar para escapar, momento en que su acompañante sacó "una metralleta", sin que e diera tiempo a ver más.

Tras sentir los impactos en su cuerpo (fue herido en la zona lumbar y en el glúteo) se arrojó a la cuneta y huyó hacia un descampado hasta que vio un microbús y dos vehículos de la Policía que salían de la prisión.

Mientras tanto, los dos terroristas trasladaron la carga explosiva hasta el coche del funcionario y la prepararon para activarla a distancia.

Al encontrar a Montenegro herido, los agentes que viajaban en el microbús le evacuaron hasta el hospital, mientra que otros dos funcionarios se acercaron al vehículo abandonado para inspeccionarlo.

En aquel momento, la carga hizo explosión y causó la muerte instantánea a los policías José Montes Gila y José Antonio García Andrés, al tiempo que resultaban heridos de diversa consideración otros dos funcionarios que estaban en las proximidades.

(SERVIMEDIA)
29 Abr 1992
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