Por su parte, la Seguridad Social registró en el año 2000 una ligera ralentización en el ritmo de crecimiento de afiliaciones, que aumentaron un 4,51% frente al incremento de un 5,52% de 1999.

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, presentó hoy estos datos en compañía del secretario de Estado de Seguridad Social, Gerardo Cmps; el secretario general de Empleo, Juan Chozas, y la secretaria general de Asuntos Sociales, Concepción Dancausa. Aparicio aseguró que se trata de datos "muy favorables" y "positivos", puesto que representan una bajada en el número de parados y la consolidación del actual sistema de Seguridad Social.

Aparicio achacó la ralentización en el descenso del paro al aumento en el número de solicitantes de empleo, que se animan a apuntarse a las oficinas del Inem sabedores de que tienen opciones de encontrr un trabajo. En este sentido, Chozas puntualizó que un gran porcentaje de los nuevos demandantes son mujeres de unos 40 años que quieren trabajar por primera vez o recuperar el trabajo que interrumpieron para tener hijos.

Trabajo reconoce también que los 1,5 millones de personas que estaban apuntados al desempleo a finales de 2000 son los que más dificultades tienen para lograr el acceso al empleo y sobre ellos habrá que mejorar el actual modelo de colocaciones del Inem. De hecho, la mitad de estos prados lleva más de un año en listas del desempleo y una cuarte parte más de dos años.

SEGURIDAD SOCIAL

La Seguridad Social incorporó durante el año 2000 un total de 650.000 afiliados cotizantes más, lo que supone un incremento del 4,51% y sitúa el total en 15.236.218 trabajadores, muy por encima del objetivo fijado en el logro de los 15 millones.

Según explicaron Aparicio y Camps estos datos garantiza el futuro de este organismo y la permanencia del actual modelo de pensiones, en contra de los goreros que creen que este sistema no será viable en 10 o 15 años por la falta de cotizantes y el elevado número de pensionistas. Actualmente, la relación cotizante pensionistas es de 2,28.

Destacaron también especialmente que el aumento de cotizantes favoreció a las mujeres, cuyo número de afiliadas se incrementó en un 6,89% (372.269 más), el doble que el crecimiento de los hombres, cuyo índice de afiliación subió un 3,23% (294.265 más).

Camps subrayó que el tramo que más altas registró fue el cmprendido entre 40 y 49 años, especialmente impulsado por las 102.912 mujeres de esa edad que se incorporaron como cotizantes.

Por sectores, el que más afiliados nuevos incorporó fue la propia administración pública, seguida de las empresas relacionadas con servicios financieros (8,47%), la construcción (7,64%), la agricultura y pesca (7,74%) y el comercio y hostelería (5,85%).

En el capítulo de ingresos, Camps destacó que la Seguridad Social ha logrado ingresar vía cotizaciones unos 400.000 millnes de pesetas más de lo previsto, lo que no variará la previsión de superávit de un 0,3% del PIB (unos 300.000 millones) para finales de año, dado que se ha tenido que afrontar el coste de la desviación de la inflación en las pensiones (355.000 millones).

Precisamente en el capítulo de prestaciones, en el 2000 se registró un incremento de los permisos de maternidad, que supusieron un gasto de 110.000 millones de pesetas, mientras que también aumentó un 10,57% el presupuesto destinado a mejorar las pesiones no contributivas.

Finalmente, la pensión media del sistema se situó en 78.418 pesetas mensuales (por catorce pagas), lo que significa un incremento del 4,95% sobre el mismo dato de 1999.

En cuanto a las afiliaciones en el mes de diciembre de 1999, se registró un descenso de 128.350, lo que Aparicio achacó a las malas condiciones meteorológicas, que han provocado el cese de muchas actividades relacionadas con la contrucción y con la agricultura.

EMPLEO

En el capítulo de empleo, el pao se redujo en 2000 en 57.638 personas, lo que supone un 3,6% menos que a finales de 1999, y sitúa el número de parados en 1,556.383, el 9,2% de la población activa y la tasa más baja a diciembre de los últimos 20 años.

Con esta evolución del paro, a pesar de ser tres veces inferior a la de 1999, se ha conseguido sumar siete años consecutivos de descenso del desempleo, con un descenso del 42,5% desde diciembre de 1993.

Chozas destacó especialmente el aumento de la actividad y la masiva incorporacón de personas a las listas del Inem, en busca de un primer empleo, sobre todo mujeres y, especialmente, aquellas de una edad comprendida entre los 40 y los 50 años que quieren recuperar el trabajo que tuvieron hace años o empezar a trabajar por primera vez.

A pesar de la buena evolución del empleo femenino, el 2000 se cerró con una disminución del paro femenino de sólo un 1,3%, mientras que el masculino bajó un 6,7%.

En cuanto a la contratación, en el 2001 se registraron 1.208.414 contratos indeinidos, lo que supone un 8,7% de los realizados durante todo el año. En este caso, se registró también un especial auge en el caso de las mujeres, que protagonizaron el 41,3% de los indefinidos, cuando hace sólo tres años suponían apenas el 36%.

Sin embargo, apenas se ha logrado rebajar la tasa de temporalidad, que se ha quedado en el tercer trimestre del 2000 en el 32,3%, apenas un punto porcentual menos que en diciembre de 1999 y sólo un 1,5% desde la reforma laboral de 1997.

En este sentido, Cozas aseguró que la buena marcha de los indefinidos debe suponer un "estímulo" para la nueva reforma laboral y animó a los agentes sociales a retomar el diálogo para lograr el objetivo de una reforma antes de finales de febrero próximo. Camps precisó que el Gobierno trabaja sólo con la hipótesis de que el diálogo social tenga éxito y se logre un acuerdo.

Por último, el ministro Juan Carlos Aparicio hizo un nuevo llamamiento a la moderación salarial como modelo para garantizar la creación de empleo y rcordó que el control de los salarios de los últimos años ha dado buenos resultados "y no veo por qué debemos cambiarlo".