En concreto, la propuesta se refiere a "la exigencia del Parlamento de someter a control a todo el personal, incluida la tripulación, y no sólo a pasajeros, y de que las inspecciones se hagan sin previo aviso".

Asimismo, el Parlamento prevé incluir un anexo a dicho reglamento, en el que se reconoce que la política de seguridad "plantea cuestiones importantes en materia de financiación" y cepta la posición de la Comisión Europea a la financiación pública de ciertas medidas de seguridad.

El reglamento, cuyas medidas de control deberán aplicarse en todos los aeródromos comunitarios un año después de su entrada en vigor, "obliga a diseñar un sistema de control aplicado a pasajeros, equipaje de mano, carga, mensajería, paquetes exprés y correo, provisiones y productos de restauración de las compañías aéreas.

Además, se controlarán los objetos que porte el personal de tierra antes de aceder a las zonas de operaciones y zonas restringidas, los materiales de limpieza de a bordo y los productos libres de impuestos.

Asimismo, el órgano europeo aboga por una separación física entre los pasajeros que hayan pasado un control y aquellos que aún no han sido controlados.