En su análisis, la Cámara ha constatado el insuficiente progreso que ha tenido la situación de la mujer a pesar de que en el seno del Parlamento Europeo se hayan adoptado medidas importantes. En este sentido, la Eurocámara ha exigido un mayor compromiso político para poner fin a cuestiones como la violencia doméstica o el tráfico de mujeres.

Los eurodiputados también han alertado de nuevo contra prácticas como las mutilaciones genitales y los matrimonios forzosos y han condenado expresamente la brutalidad de la policía turca. En el texto se aboga, asimismo, por dar pioridad a las políticas de la Unión que combatan la feminización de la pobreza.

Por otra parte, la resolución también aborda la delicada cuestión de la salud femenina. Aunque se reconocen progresos en esta materia, el texto pide una atención especial a la salud reproductiva.

Por último, respecto a la participación de la mujer en la política, la propuesta de resolución insta a los partidos a revisar sus estructuras y a eliminar toda barrera a la participación de la mujer.