La propuesta obliga a ls estados miembros a prever sistemas de recogida de todos los vehículos puestos fuera de circulación, con el fin de reducir los residuos procedentes de estos vehículos y de los incinerados, y promover la reutilización y el reciclado de los vehículos y de sus componentes.

Según la propuesta, los constructores y los suministradores deberán reducir el uso de sustancias peligrosas. Además, los metales pesados existentes en los vehículos que estén en el mercado desde el 1 de enero del año 2003 no podrán se triturados, vertidos ni incinerados, por lo que se reciclarán o se eliminarán de los nuevos vehículos.

También recoge que los operadores económicos deberán establecer sistemas de recogida de todos los vehículos puestos fuera de circulación, de manera que desde el 1 de enero del 2000 todos estos vehículos se transferirán a centros de tratamiento autorizados.

Cuando se retire de la circulación un vehículo, el último propietario del mismo deberá presentar un certificado de destrucción que pruebe qu el vehículo ha sido puesto a disposición de una instalación autorizada para el desguace.

Por otro lado, la propuesta de la Comisión Europea pide que los dueños de los vehículos que no son reciclables puedan reclamar el reembolso al constructor en concepto de los gastos por llevar su vehículo a una instalación de desguace cualificada.

La propuesta fija también objetivos a medio plazo de reciclaje de los vehículos. Hasta el 2005, la tasa de reutilización o recuperación deberá alcanzar el 85% del pso del vehículo y la tasa de reutilización o reciclado el 80%. A partir de esa fecha y hasta el 2015, la tasa de reutilización o recuperación deberá ser del 95% y la de reutilización o reciclado del 85%, fijándose otros objetivos a partir del 2015.