En particular, este programa, elaborado por la Comisión de Medio Ambiente, afecta a los vehículs utilitarios ligeros, empleados sobre todo en el reparto de mercancías dentro de las ciudades. Es aquí, en el ámbito urbano, donde los problemas de contaminación derivados de la conducción son más graves. Las medidas, según señala el Parlamento, tienen como modelo las establecidas para los coches particulares.

La Eurocámara ha conseguido que el Consejo cediera en ciertas reivindicaciones. Así, ha logrado someter las emisiones de partículas procedentes de los más pesados de los vehículos ligeros de moor diesel a unos valores límites más estrictos. Además, la comisión parlamentaria insiste en que los valores límite aplicables a partir del 2005 sean obligatorios y no indicativos, como deseaba el Consejo.