El texto, que pasará a ser estudiado por la comisión parlamentaria correspondiente, adoptará las medidas necesarias para garantizar el servicio ante el crecimiento de la demanda, solucionar "las insuficiencias" de la red e incrementar la protección de los usuarios y consumidores, según la Generalitat.

El Proyecto de ley prevé un nuevo diseño de la red eléctrica para reforzar el sistema de distribución y "aumentar la capacidad de respuesta ante de posibles contingencias".

De modo que, cada abonado, podrá alimentarse eléctricamente con más una subestación, lo que permitirá que en "condiciones de servicio normales", el cliente reciba el suministro de su subestacióny, al mismo tiempo, tenga otra asignada que le proporcionaría energía en caso de incidencia.

Este proyecto, que se pondrá en práctica en dos años, establece también que cada subestación urbana esté interconectada con las de su entorno, de manera que la potencia de reserva de las subestaciones que permanezcan conectadas entre sí sean iguales o mayores a la potencia total de cada subestación.

Además, las subestaciones que se construyan a partir de ahora deberán disponer de transformadores de reserva, que puedan producir un 30% de la potencia total de la central y además tendrán un espacio habilitado para instalar transformadores móviles.