El texto, aprobado en Pontevedra, emplaza a los ciudadanos a que sientan como propio todo el patrimonio cultural acumulado en la historia del país "y rechacen la manipulación de sentimientos y la resurrección de agravios que fueron cancelados, con generosidad, aprendiendo las lecciones de nuestra memoria histórica, gracias al consenso constitucional de 1978".

"Deseamos que no se parcele nuestro patrimonio cultural, rompiendo lo que hemos recibido unido, y pedimos que no setransforme la distribución de competencias entre las distintas Administraciones en una excusa para generar sentimientos gregarios entre españoles", añade la declaración, en referencia a la devolución a la Generalitat de Cataluña de los papeles incautados por el Franquismo que estaban depositados en Salamanca.

Sobre este asunto, el PP reitera su oposición a la "fragmentación" del Archivo de la Guerra Civil que, a su juicio, ha iniciado el Gobierno con el acuerdo con el Ejecutivo catalán.

El principal partido de la oposición cree que la sección de la Guerra Civil del Archivo debe mantenerse unida, "no sólo como la opción más adecuada para el estudio y la divulgación de su contenido, sino también como la imagen expresiva de un pasado de división que recuerdan sus legajos y que jamás debe repetirse.

Los diputados y senadores del PP instan al Gobierno central y a los autonómicos a "implantar una conciencia común en la gestión del patrimonio histórico, que transmita a las futuras generaciones el vínculo con su pasado y sea coherente con la realidad de España".