El parche se aplica una vez por semana, por lo que es, teóricamente, más fácil de usar que la píldora diaria. Los investigadore pidieron a las mujeres que usaran el parche o la píldora durante 6 a 13 ciclos menstruales. El parche, que puede llevarse en el brazo, torso o nalgas, se renueva semanalmente.

Las mujeres llevaban el parche durante tres semanas y descansaban una. Los resultados indicaron que las tasas de embarazo eran similares en los dos grupos: algo más de un 1 por ciento entre las usuarias del parche y un 2 por ciento entre las mujeres que tomaron contraceptivos orales. Cuando los investigadores observaron únicamete a las mujeres que habían empleado ambos métodos correctamente, la tasa era de un 1 por ciento en ambos grupos.

Sin embargo, las usuarias del parche eran más propensas a utilizar este sistema de forma correcta (un 88 por ciento frente a un 78 por ciento). Ambos métodos eran igualmente eficaces y la variación estribaba en la facilidad de uso de los parches. El nuevo método está ahora en proceso de aceptación por la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos.