"La victoria en 800 y 10000 metros no presentó complicaciones. Hoy en el 1500 tampoco debía plantearlos, el corredor francés (Patrice Gerges) era peligroso pero al final no pudo aguantar", comentaba el corredor bilbaino al acabar la final.

Angel Marín, anterior plusmarquista de 1500, marcó el ritmo de la carrera hasta que Javier Conde tom el relevo a falta de una vuelta: "tuve que atacar porque hubiera podido adquirir una ventaja que luego, a lo mejor, no habría superado, pero al final no le han salido bien las cosas a Angel", explicaba Conde.

El corredor de Basauri cerrará su participación en la final de 5000 metros, pero Conde no quiere asegurar nada: "la verdad es que el 5000 es una prueba que este año la he dominado bien, pero no se como me voy a recuperar de esta carrera, porque tengo una pequeña contractura en el gemelo", manifetó.

Pero este atleta, que se gana la vida como monitor de atletismo, tiene un objetivo claro para la final que le resta: "no sólo he de intentar ganar el oro, sino que me gustaría no pasar de 14'40" o 14'45 para poder ofrecer espectáculo para que el público que se está portando muy bien con nosotros disfrute la carrera", señalo el recordman de la especialidad.

Pese a ganar tres medallas de oro y establecer tres nuevas plusmarcas en 800, 10000 y 1500 metros (y con garantías en 5000 metros) el atlea bilbaino no ve clara su participación con los absolutos.

"El nivel de los atletas de élite es altísimo y yo mismo aunque me intento superar día a día, el récord del mundo lo tiene Morceli con 3'28". Falta aún mucho recorrido, aunque yo creo que mi lugar esta en estos Juegos", dijo Conde al respecto.