El metal conseguido por este granadino de 18 años ha constituido una sorpresa para su entrenador, Juan Carlos Pérez, que creía mermadas las posibilidades de sus pupilos ante la experiencia y veteranía de los corredores franceses y holandeses.

Por la mañana, el seleccionador consideraba recompensado el esfuerzo realizado por todo el equipo en los últims meses con la medalla de oro de Belén Pérez, pero con el bronce de Molina la satisfacción se ha disparado. Por contra, la dureza de la carrera acabó con las ilusiones del actual campeón de España, Manuel Díaz, que tuvo que abandonar por problemas mecánicos.

Tanto Molina, actual subcampeón de España, como Díaz estuvieron en cabeza de pelotón durante los primeros 50 kilómetros (la prueba constaba de 110), e incluso ambos aguantaron el primer ataque de los franceses Dupouey y Senmertin, que fueron los ecargados de romper la carrera.

Sin embargo, los franceses acusaron el esfuerzo y sólo Molina pudo aguantar el tirón de los alemanes y holandeses (primer y segundo clasificados) cuando quedaban tan sólo dos vueltas al circuito de 9 kilómetros del Valle de Horta.

"Ha sido una prueba muy dura. Esa gente (los ganadores) va muy fuerte", comentó el nueva medallista español al término de la carrera. "No me esperaba este resultado. Me siento superbien, porque yo venía a hacerlo lo mejor que pudiera, perosabía que era muy difícil".

Molina, que padece una retinosis pigmentaria de nacimiento pero aún conserva alguna visión, empezó a practicar ciclismo el pasado mes de enero cuando se afilió a la ONCE.

"Hasta entonces yo tenía problemas con la vista, pero no sabía que fuera de tanta importancia hasta que fui a hacerme una revisión para ver si me libraba de la mili y el médico me aconsejó que entrara en la ONCE".

Con anterioridad había practicado atletismo, "pero nunca a nivel de competición", yfue en la propia organización de ciegos donde le animaron para incorporarse al equipo de Juan Carlos Pérez.

Curiosamente, el granadino tuvo que prescindir de su piloto habitual, que está haciendo la mili, porque éste no obtuvo permiso de sus superiores para acudir a los Juegos. Tan sólo tuvo un mes para compenetrarse con José Angel Santiago y el resultado ha sido la medalla de bronce.

En contra de lo manifestado por alguno de los deportistas paralímpicos, Molina no se queja de la falta de ayuda aministrativa y afirma "que recibo toda la ayuda que necesito" con la beca de la ONCE.

Ahora piensa seguir adelante con este deporte, mientras continúa sus estudios de COU y dedica su tiempo libre a dibujar, jugar al ajedrez y esquiar en Sierra Nevada.