Unos días después de despedir a los participantes en los Juegos Olímpicos, la ciudad deAtlanta se ha vuelto a engalanar para acoger a los deportistas discapacitados de los cinco continentes que intervendrán en la cita mundial más importante de deportes de minusválidos.

El presentador del acto de apertura de los juegos será el actor norteamericano Chistopher Reeve, que quedó tetrapléjico tras un accidente ecuestre. Reeve conducirá unos actos en los que intervendrán Aretha Franklin, Liza Minelli, y el duo Hall and Oates, además de un coro de 'gospel' de 5.000 personas, 1.000 bailarinas y 00 niños cantantes.

El desfile de los atletas, la llegada de la antorcha paralímpica y el encendido del pebetero del estadio olímpico de Atlanta pondrán el broche de oro a la ceremonia.

A esta inauguración ya han confirmado su asistencia los duques de Lugo y la infanta Cristima, así como el vicepresidente del Comité Paralímpico Español, Rafael de Lorenzo, y el director general de la ONCE, Enrique Servando Sánchez, que se desplazará expresamente hasta Atlanta para apoyar a los 190 deportistas espaoles.

Más de 2.000 periodistas de todo el mundo se han acreditado para cubrir estos juegos paralímpicos, según fuentes del comité organizador. Además, 12.000 voluntarios atienden a los 3.500 atletas, 1.000 técnicos y acompañantes y jueces o arbitros.

Sin embargo, los primeros problemas, que ya se dejaron notar durante las pasadas olimpiadas, han comenzado a afectar a la organización de los paralímpicos. El sistema de acreditación de los deportistas volvió a fallar y las delegaciones, entre ella l española, tuvieron que esperar hasta 6 horas a su llegada al aeropuerto antes de acceder a la villa paralímpica.

Además, en los primeros días de estancia en la villa, las largas filas en comedores, reconocimientos médicos y otras instalaciones fueron habituales, y entre todos los participantes flotaba el recuerdo de Barcelona 92 y el comentario sobre la perfecta organización en la ciudad catalana.