Con 17 años, rancha, encorajinada por los éxitos en 50 metros espalda, 50 metros libres y 100 metros libres, piensa seguir en una carrera que tuvo su inicio hace siete años y dio sus frutos en los campeonatos mundiales de Stoke Mandeville, cuando consiguió siete oros y una plata.

El año pasado, en los Campeonatos de Europa de Barcelona, donde consiguió cinco medallas, Arancha ya puso sobre aviso de sus grandes posibilidades en la competición de las competiciones, los Juegos Paralímpicos.

Después de la respuesa del público en Barcelona, "espero que en los campeonatos nacionales vaya gente a vernos", dijo Arancha González. Al margen del éxito puramente deportivo, lo que más ha impresionado a la campeona española ha sido la respuesta social. "Tanto en campeonatos nacionales como internacionales, las gradas están vacías siempre, hay cuatro familiares, amigos y para de contar".

El calor humano ha sido tan importante como la lucha contra el crono. "Salías del agua y todo el mundo aplaudiendo...Venir a las dos d la tarde y ver gente haciendo cola para entrar a las cinco de la tarde", comentó.

Después del intenso entrenamiento de los últimos meses, quedan otros deberes personales, ajenos al deporte: "Empezaré pronto el instituto, me voy a dedicar un poco más a los estudios, pero no dejaré los entrenamientos de lado". Su régimen de entrenamientos son dos horas diarias durante cinco días a la semana.

Los días vividos en la Villa Paralímpica han sido de "buena convivencia; sólo me he encontrado con la barrea del idioma con los atletas extranjeros, pero en general estoy muy contenta de lo que he vivido".