En la misiva, Navarro justifica su exigencia "ante los recientes sucesos acaecidos el pasado día 26 en la institución que usted preside y las agresiones e injurias recibidas por parte del personal y miembros de la misma".

Los parados, que fueron deslojados por la fuerza de La Bolsa, se quejan "tanto de los graves insultos proferidos contra la dignidad de las personas (por su condición de parados e incluso, en algunos casos, al utilizar la condición femenina para la ofensa verbal), como de los daños personales inferidos a algunos de nuestros miembros".

El líder de ADEPA, además de exigir que la reparación de las ofensas recibidas "ha de ser pública y notoria", recomienda a Zoilo la "destitución de individuos de talante cuasi fascista, que manifietan su desprecio a los más desposeidos de la sociedad y a las mujeres, por su condición de serlo".

Por último, Navarro concluye su escrito señalando que espera que "por el bien de la democracia" los incidentes del 26 de marzo sean "un hecho aislado".