El paro biológico, que supone una reducción de entre el 50 y el 60 por ciento de la actividad del sector no extractivo, es secundado por embarcaciones con base en los puertos de Cádiz y Huelva que han faenado durante diciembre en los caladeros de Marruecos, tras haber estado siete meses de amare forzoso.

Las empresas subsidiarias, entre las que se encuentran transportistas, fábricas de hielo, exportadores y vendedores, han pedido ayuda económica a la Administración para paliar las graves pérdidas que sufrirán a causa de la reducción que el paro biológico causará en su actividad laboral.

Representantes de dicho sector, ubicado mayoritariamente en la localidad gaditana de Algeciras, han lamentado la situación que sufren. Asimismo, han señalado que el hecho de que los barcos hayan faenadoen diciembre "apenas ha servido de algo", ya que a las pérdidas registradas durante los siete meses de amarre forzoso, valoradas en miles de millones, hay que sumar las que se van a derivar de este paro biológico.

Esta parada biológica, puesta en marcha el pasado uno de enero por el Gobierno de Rabat para regenerar y recuperar los caladeros, afecta a cerca de 1.500 pescadores y se mantendrá por espacio de dos meses.