Diplomacia
El Papa pide el respeto a la vida y "prohibir universalmente" la gestación subrogada como camino para la paz
- Reclama a los embajadores "un mayor compromiso" internacional por el derecho humanitario, afea la producción de armas e insta a un diálogo sincero
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El papa Francisco aseguró este lunes que "el camino hacia la paz exige el respeto de la vida, de toda vida humana, empezando por la del niño no nacido en el seno materno, que no puede ser suprimida ni convertirse en un producto comercial", por lo que llamó a que la comunidad internacional se comprometa a "prohibir universalmente" la gestación subrogada.
"Considero deplorable la práctica de la llamada maternidad subrogada, que ofende gravemente la dignidad de la mujer y del niño, y se basa en la explotación de la situación de necesidad material de la madre. Un hijo es siempre un don y nunca el objeto de un contrato", dijo en el discurso que pronunció ante los miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede para la presentación de las felicitaciones de Año Nuevo.
"En cada momento de su existencia, la vida humana debe ser preservada y tutelada, aunque constato, con pesar, especialmente en Occidente, la persistente difusión de una cultura de la muerte que, en nombre de una falsa compasión, descarta a los niños, los ancianos y los enfermos", añadió.
Asimismo, reclamó "un mayor compromiso" de la comunidad internacional para respetar el derecho humanitario en las múltiples guerras que afectan a "un mundo cada vez más desgarrado". "No hay conflicto que no termine de algún modo por golpear indiscriminadamente a la población civil", dijo.
A continuación llamó a no olvidar "que las violaciones graves del derecho internacional humanitario son crímenes de guerra, y que no es suficiente con evidenciarlos, sino es necesario prevenirlos". "Se requiere, por tanto, un mayor compromiso de la comunidad internacional por la salvaguardia y la implementación del derecho humanitario, que parece ser el único camino para la tutela de la dignidad humana en situaciones de enfrentamiento bélico", pidió.
Según Francisco, "puede que no caigamos en la cuenta de que las víctimas civiles no son 'daños colaterales', son hombres y mujeres con nombres y apellidos que pierden la vida".
DISPONIBILIDAD DE ARMAS
Entre las causas de la violencia el Papa entiende que está la "enorme disponibilidad de armas", por lo que urgió a "aplicar una política de desarme, porque es ilusorio pensar que los armamentos tienen un valor disuasorio". "Más bien ocurre lo contrario", lamentó.
Sin embargo, prosiguió, "para conseguir la paz, no es suficiente eliminar los instrumentos bélicos, es necesario extirpar de raíz las causas de las guerras, la primera de todas es el hambre, una plaga que golpea todavía hoy zonas enteras de la tierra, mientras que en otras se verifica un considerable desperdicio de alimentos".
"Está además la explotación de los recursos naturales, que enriquece a unos pocos, dejando en la miseria y en la pobreza a poblaciones enteras, que serían las beneficiarias naturales de esos recursos. A esta causa se puede conectar en cierto modo la explotación de las personas, obligadas a trabajar mal pagadas y sin perspectivas reales de un crecimiento profesional", añadió.
En su alocución a los diplomáticos, el pontífice también aseveró que "el camino hacia la paz exige el respeto de los derechos humanos" y revindicó que "el diálogo debe ser el alma de la comunidad internacional", así como la búsqueda y construcción del bien común por parte de las nuevas generaciones y el uso ético de las tecnologías.
(SERVIMEDIA)
08 Ene 2024
AHP/clc