Según informó Obra Social y Cultural Sopeña (OSCUS), Dolores R. Sopeña nació en Vélez Rubio (Málaga) en 1848 y, tras residir por razones familiares en Puerto Rico y Cuba, recaló en Madrid, donde demostró su inquietud socialcaritativa.

La futura beata fundó centros de instrucción, como ya había hecho en los países del Caribe, en los barrios populares de Madrid y promovió una Asociación Apostólica (hoy "Movimiento de Laicos Sopeña").

En 1901 fundó, en Toledo, el actualmente llamado "Instituto Catequista" que lleva su nombre, y al año siguiente el Gobierno aprobó la asociación civil OSCUS. En 1914 la obra estaba extendida en 39 lugares y en ese mismo año llegó a Italia. Actualmente, OSCUS tiene centros abiertos en toa Iberoamérica y en Europa.

Dolores Sopeña murió el 10 de enero de 1918 y en 1923 sus restos fueron trasladados a Loyola (Guipúzcoa), donde reposan en la actualidad.

El milagro que se le atribuye a Dolores Sopeña fue la curación "extremadamente rápida, completa y duradera, y científicamente inexplicable", del trabajador de Cementos Portland Victoriano Herrero, que sufrió un accidente laboral en 1957.

Según el postulador de este milagro, tras seis días de gravedad, Herrero comenzó a recuperare notablemente después de que dos catequistas le impusieran una reliquia de Dolores Sopeña y e iniciaran una novena para obtener su curación.

OSCUS destaca que esta mujer fue una "incansable evangelizadora de los sectores sociales más necesitados, al tiempo que se dirige también a otros sectores de la sociedad para despertar en ellos la conciencia social cristiana. A través del amor, logra romper las fronteras y acercar distancias, construyendo fraternidad, para hacer de todos una sola familia en Criso".