Las presas guipuzcóanas de Barrendiola y Lareo, pertenecientes a la Diputación Foral de Guipúzcoa, están rebosando agua por los aliviaderos, por lo que la reserva de agua en esta provincia no peligrará durante ese verano, según fuentes del sector consultadas por Servimedia.

Por su parte, la presa de Urkulu, en la localiad de Aretxabaleta, está a punto de alcanzar el cien por cien de su capacidad.

Un operario de la presa de Barrendiola, en Legazpi, aseguró que sería el ingeniero de la Diputación quien tendría que decidir la apertura de los pantanos, "pero aún estamos bastante lejos de que se produzca una situación de emergencia".

En Aralar, la presa de Lareo no tiene necesidad de abrir sus compuertas ya que la entrada de agua al embalse se hace mediante un tubo, por lo que siempre se tiene un caudal fijo. El sobrante de agua se va por su cauce natural y lo que rebosa en la presa sale por los aliviaderos, según explicó el encargado de la presa.

Las previsiones metereológicas, que anuncian la remisión de las lluvías, no va a poner, al parecer, en peligro la situación de los embalses guipúzcoanos, por lo que no parece muy posible que tengan que abrir sus compuertas ante una fuerte crecida de las agus.