Las nuevas medidas prevén un mayor control por parte de las distintas comunidades autónomas en el comercio y venta de la carne y demás productos derivados de las reses de ovino y caprino. Asimismo, se incrementará el control de la Guardia Civil en los movimientos de esta clase de ganado a lo largo de toda la geograía española.

El nuevo paquete de medidas de control se une a la prohibición, formulada el pasado 10 de septiembre, de importar proteínas de mamíferos, harinas de carne y hueso, y piensos con destino a la alimentación animal, originarios del Reino Unido, Irlanda, Francia, Portugal y Suiza, donde se han detectado casos de encefalopatía espongiforme ovina.

Asimismo, el Ministerio de Sanidad y Consumo estableció, el 9 de octubre pasado, una serie de medidas de protección, frente a esta enfermedad trasmisible para ovinos y caprinos, equivalentes a las establecidas por el 'mal de las vacas locas'.

A raíz de esta prohibición del Ministerio de Sanidad, se imposibilita cautelarmente la importación de sesos de ovinos y caprinos de cualquier edad, así como medula espinal, ojos, amígdalas, bazos e intestinos de estos animales mayores de seis meses, y el consumo de todos estos órganos de los animales sacrificados en España procedentes de los países anteriormente citados.