La disposición también prevé que las etiquetas de advertencia sobre el peligro de fumar tendrán que ser de mayor tamaño. "Con esta directiva hemos dado un paso adelante en la lucha conta el consumo de tabaco", según declaró hoy Lars Engqvist, ministro de Sanidad de Suecia, país que ejerce este semestre la Presidencia de la UE.

La directiva, que tendrán que aprobar ahora formalmente tanto el Conejo Europeo como la Eurocámara, reducirá los niveles máximos de nicotina, monóxido de carbono y brea en todo el tabaco, incluyendo cigarrillos, puros y rape.

Para Engvist, esta norma que entrará en vigor el 31 de septiembre de 2002 "permite tomar medidas rigurosas contra la mayor amenaza para la salud pública que hay en Europa en la actualidad".