La organización aduce que los gobiernos de los países que más contribuyen a las emisiones de gases que influyen en el calentamiento del globo, como el dióxid de carbono (CO2), están obligados a compensar a aquéllos que sufren sus efectos.

Actualmente, los países en vías de desarrollo emiten un tercio de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía, pero tienen muchas más probabilidades de padecer desastres climáticos.

Un portavoz de la organización, Andrew Kerr, ha señalado que, aunque es peligroso relacionar el cambio climático con catástrofes como la de Mozambique, "el tipo de sucesos climáticos extremos que estamos presenciando son característcos de lo que veríamos en un mundo que se está calentado".

La organización también indica que algunos países ya compensan a sus ciudadanos cuando hay desastres climáticos, como fue el caso de Estados Unidos tras el huracán "Floyd".