Zapatero se reunió en la sede de San Sebasián con los dirigentes socialistas de las tres provincias vascas, encabezados por el secretario general, Patxi López, con los que pretende analizar la situación política actual, marcada por la reciente propuesta del lehendakari, Juan José Ibarretxe. Además, el líder socialista quiere transmitir de primera mano un mensaje de aliento y de firme respaldo de la dirección federal a todos los socialistas vascos.

En este contexto, lanzó un mensaje al PNV al asegurar que una batería de medidas cuyo único objeivo es garantizar la libertad en todos los rincones de Euskadi "debería ser apoyada por todas las fuerzas políticas. Discutir cuestiones menores o técnicas no tiene trascendencia, esto es un problema de voluntad política, de convicciones democráticas, de querer que todos puedan vivir con seguridad y con derechos, es decir, de querer que los que no tienen esos derechos hoy puedan vivir como el resto de concejales de otros partidos, que disfrutan de seguridad y libertad, de lo cual ciertamente me alegro".

Dos semanas después de que el lehendakari lanzara su propuesta soberanista, los socialistas consideran que hay "datos suficientes que avalan y confirman" sus tesis: que la iniciativa dividiría el País Vasco, rompería la legalidad vigente y llevaría a la sociedad "a un callejón sin salida".

Buena parte de esos datos los extraen los socialistas de la ronda de contactos emprendida por Ibarretxe, que para Zapatero está suponiendo todo un "baño de realismo" que le llevará a rectificar "a fondo". "Este noes el camino. El camino es acabar con el terrorismo, convocar a todos para garantizar la seguridad y la libertad y la convivencia en Euskadi, y en ningún caso llevar a este país a una situación imposible", indicó.

A juicio de Rodríguez Zapatero, la propuesta es "inaceptable desde todos los puntos de vista: desde los principios éticos a los que tanto alude el lehendakari, debe ser retirada y cuanto antes; desde el político, porque un gobierno democrático basa su legitimidad en el respeto a las normas pr las cuales ostenta su poder; desde el económico, porque como muy bien han dicho los empresarios vascos, éste es un camino hacia el declive de este pueblo; desde el punto de vista del futuro, porque las sociedades modernas se construyen desde la cooperación".

Por ello, le invitó expresamente a que concluya la ronda, en la que escuchará la oposición de los socialistas, tanto por entender que vulnera la ética y la moral de un gobernante democrático, como por las consecuencias que tendría para el pueblovasco. "Hoy más que nunca", aseveró, "lo que quiere la inmensa mayoría de los vascos es reivindicar como pacto de convivencia el Estatuto. Ese ha sido el momento en el que más vascos se han sentido detrás de un proyecto de autogobierno y dentro de la identidad de una España, constitucional, que es la que ha permitido a Euskadi recuperar tantas libertades, y que es, además, una España europea".

Al hilo de esta reflexión, recordó a Ibarretxe que uno de los principios básicos de la Unión Europea es la inegridad territorial de los estados. "Europa es una unión de Estados y, a partir de ahí, las consecuencias son fáciles de sacar". Este punto fue aprovechado por el líder socialista para subrayar que uno de sus compromisos electorales será una mayor paticipación de los gobiernos autonómicos en las decisiones europeas que afecten a sus ciudadanos.

VOLUNTAD DE ACEBES Y BALZA

Rodríguez Zapatero se mostró dispuesto a duplicar su esfuerzo para transmitir todos estos argumentos a todos los vascos, "piensen o que piensen y tengan la ideología que tengan", apelando a su razón y al interés colectivo, y dejando claro que la pasión no es el mejor camino para construir un pueblo, sino el diálogo, la razón y la colaboración.

También emplearán gran parte de sus esfuerzos a exigir "con todos los medios a nuestro alcance" que se garantice la seguridad de los concejales y sedes de socialistas vascos, como también del PP, para lo cual apeló a la responsabilidad del Gobierno vasco y a la colaboración del central, esdecir, al ministro Angel Acebes y al consejero Javier Balza. "Si tienen que compartir cosas, que se pongan de acuerdo. Ningún concejal puede estar esperando por cuestiones de coordinación".

En su opinión, en este asunto no existen disculpas posibles, y mucho menos argumentos técnicos o presupuestarios. Sólo de voluntad política ante "amenazas ciertas y reales como las que ETA viene haciendo de manera permanente. La coordinación es de sentido común", sentenció.