En declaraciones a Servimedia, Ladrón de Guevara señaló que fue una prueba más de "rebeldía y oposición al estado de derecho", y de que el Gobierno vasco "se ha embarcado en una posición activa contra el poder judicial".

En este sentido, añadió que la manifestación mostró "las implicaciones de los nacionalistas con el mundo de ETA" y recalcó que, "sin duda, hay una relación de medios afines". "Hasta ahora guardaan las formas, pero ahora no necesitan esconderse y se ha evidenciado una realidad que estaba oculta", precisó.

Ladrón de Guevara explicó que el euskera debe ser utilizado como patrimonio cultural vasco y no como un instrumento empleado a favor de políticas independentistas.

"Nos hemos opuesto a esta política desbocada y alocada que se ha hecho durante estos últimos 25 años, con más de medio billón de pesetas invertidas en procesos de euskaldunización, que, más que fomentar el euskera -que es legtimo-, sean un instrumento para conformar un entramado económico y de tráfico de puestos de trabajo para la gente ligada al mundo 'abertzale' y al nacionalismo", concluyó.